Luisito, el ‘niño salvaje’, fue encontrado en las inmediaciones del centro comercial Carrefour atosigando a clientes mientras ingería cucharadas de colacao entre tosidos y sonidos guturales. El niño reponedor ha sido acogido por la comunidad científica y presentado en sociedad como ‘Luisito el salvaje’.
El investigador Polonio explicó la situación: “Ha pasado tres años amamantado por un reponedor de alimentos que durante este tiempo le estuvo dando el pecho, eso le salvó la vida”, comentó uno de estos científicos, y añadió: “Pasará mucho tiempo hasta que se relacione como un niño normal. Aún nos pide el pecho."
En cuanto a sus habitos adquiridos en la manada, Polonio afirmó entusiasmado: ”Cuando le encontramos, sólo gesticulaba y reponía cosas. Nos ha cambiado tres veces en lo que va de mes las estanterías de libros para que no logremos memorizarlas. Puro marketing de reponedor”. Por desgracia, el haber sido criado entre reponedores de alimentos ha causado un serio déficit relacial en el infante. Luisito presenta deterioros a nivel espacio-temporal y su habituación a la luz artificial ha alterado seriamente sus ritmos circadianos.
“Le gusta mucho ir a la sección de congelados y lamer las bolsas de gambas. Luego paseaba un rato por corte y confección hasta quedarse dormidito encima de los calcetines. Era un angelito”, cuenta una de las cajeras. “Allí le encontramos, escondido en el cubo de calcetines en oferta y abrazado a su mascota, un salmón en rodajas. Costumbres de puro reponedor”, explicó uno de los trabajadores del centro.
Luisito, que es un titán, ha pedido que le dejen estar entre los suyos, los reponedores de alimentos. “Tiene que estar con el resto de los cachorros, es imperdonable que le separen eu se camada”, dijo entre lágrimas una de las cajeras y clamó: “Llevan semanas sin amamantarle y creemos que la leche vacuna pueda sentarle mal. Él no toma ni lacteos vacunos ni gluten”. Sobrecogedor
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